domingo, 20 de enero de 2013

Despedida y cierre



Bueno, nins i nines, la asignatura ha acabado. Me queda un sabor agridulce, imagino que como a muchos de vosotros.

Seré sincero. Me ha sorprendido bastante que la tecnología suponga un quebradero de cabeza a muchos de mis compañeros. Yo tengo 37 años. Siempre había pensado que mis compañeros de veinte tendrían ventaja respecto a mí, que se manejarían de puta madre con las nuevas tecnologías porque daba por supuesto que las habrían mamado de pequeñitos. Pero resulta que hay muchísima gente, muchísimos de mis compañeros y compañeras que no solo no les gustan las TICS sino que las odian.

Este curso podría haber sido un buen acercamiento a las TICS, podría haber convertido en adeptos a muchos futuros profesores que tendrán que lidiar con ellas el día de mañana, todos los días por el resto de su vida, como un matrimonio no ya de conveniencia sino pactado por obligación. Porque es lo que hay. Porque las TICS están por todas partes. Porque o las usas o quedas desfasado. Y cada año será peor.

Este curso era la oportunidad para que todos nos subiéramos al tren de las TICS, los que tenemos facilidad para ello y los que no. 

Pero nos han dejado solos. Todo el curso. Los últimos días he escuchado decir a una de mis compañeras que está contenta de que haya sido así y que ella lo ha aprendido todo sola y que es lo mejor. Si eso es lo que le ha enseñado esta asignatura, mal vamos. Si eso es lo que vamos a hacer con nuestros alumnos mañana, mal vamos. 

Quiero recordarles a todos los que están medio contentos porque  el último día de clase nos dijeron que "habíamos sido los mejores" lo mal que lo han pasado durante todo el curso, lo solos que se han sentido cuando tenían dudas y nadie se las resolvía, la cantidad de tiempo que han tenido que restarle al resto de asignaturas, la sensación de abandono.

No quiero que me vendan la moto de que esto se decidió hacer así y que es lo mejor porque no lo es. 

Este curso tenía que haber servido para amar las TICS, no para odiarlas más. Y como de costumbre repetiré hasta la saciedad que los profesores son nuestros modelos y que deberían ser conscientes de eso. Y deberían mostrar respeto por sus alumnos. Y no darnos a entender el 80% del tiempo que preferirían estar en cualquier otra parte, o que estaban mejor allá donde estaban antes y que esto lo hacen como una especie de favor a no se sabe bien quién. Porque eso no es enseñar, eso no es ser un buen profesor.

Estoy muy cabreado porque esta era una buena oportunidad para aprender y ha sido el mayor fiasco de la carrera.

En fin. Aquí se acaba el blog.
Me gustaría dejaros algo positivo pero lo que siento en estos momentos es amargura.



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